Por más que lo neguemos, somos adictos a la tecnología y nuestros hábitos de consumo de información están mermando nuestra capacidad cognitiva. Al menos, la que podría ser la más importante: nuestra capacidad de dirigir y mantener nuestra atención
Inmersos en la pecera digital no nos damos cuenta del efecto deletéreo que tienen nuestros nuevos hábitos tecnológicos. Ya lo había advertido McLuhan: nuestros medios de comunicación amplifican lo mismo que amputan nuestras facultades y no hay manera de prever el daño ya que la velocidad de adopción supera nuestra capacidad de reflexión. Los gadgets y aplicaciones que consumimos son como un nuevo y flamante fármaco que los organismos encargados de regular, como la FDA por ejemplo, aprueban sin hacer estudios de sus efectos a mediano y largo plazo, porque en primera instancia parecen ser inocuos y la demanda es tanta que no se pueden dar el lujo de esperar cuando el principio rector es la economía y la ganancia.
Daniel J. Levitin ha reunido una serie de estudios científicos que sumados resultan impactantes, si uno logra detenerse a reflexionar sobre lo que le sucede a nuestra capacidad cognitva ante el estupor de recibir un nuevo estímulo. El artículo de Levitin en The Guardian es bastante largo para los estándares de nuestra generación (hace 20 años habría sido considerado corto). Una buena prueba de lo que dice es intentar leerlo (está en inglés; puedes hacer también la misma prueba con este artículo) sin sucumbir a la urgencia de cambiar de pestaña, checar nuestro email o manosear nuestro smartphone. Tal vez puedas hacerlo ya que has sido retado, pero al hacerlo presta atención a los momentos durante la lectura en que sientes un deseo de hacer otra cosa al mismo tiempo y pregúntate si siempre has sido así. Como escribiera hace un par de años Douglas Coupland «[yo también] extraño mi cerebro preinternet».
Nuestros smartphones son como «navajas suizas», dice Levitin, contienen todo tipo de aplicaciones para navegar el mundo online pero también offline, y las usamos todo el tiempo. De hecho ocupan todo nuestro tiempo libre –aunque nuestro tiempo de trabajar también discurre utilizando a la nave nodriza de los smartphones: una laptop. Texteamos mientras vamos manejando o caminando por la calle (hay una urgencia por «aprovechar» el tiempo), cuando estamos esperando algo checamos nuestro email o nuestro feed de Instagram; incluso cuando estamos con amigos, en cualquier momento de aburrimiento o simplemente ya de manera automatizada, «checamos lo que están haciendo otros amigos». Estamos en un presente perpetuo de ríos de datos actualizándose, conectados en tiempo real con todo el mundo y especialmente con la gente que queremos, pero estamos y no estamos en el lugar donde estamos. La atención dividida divide a la psique.
El multitasking no es lo que pensábamos
Nuestra sociedad hace unos años celebraba el multitasking. Después de todo significaba poder hacer más, ser «máquinas más efectivas». Pero recientemente la neurociencia ha mostrado que el multitasking es en realidad la ilusión de que somos más efectivos: hacemos más cosas pero hacemos menos bien y al final perdemos nuestra capacidad de concentración, en lo que resulta una terrible inversión. Earl Miller, neurocientífico del MIT, señala que «nuestras mentes no están hechas para el multitasking», de hecho cuando las personas piensan que están haciendo múltiples tareas al mismo tiempo, «en realidad están apagando y prendiendo de una tarea a otra» y pagando un costo por este frenesí (apagar y prender un automóvil, por ejemplo, gasta más gasolina que mantenerlo sólo prendido). Cambiar de foco, prender y apagar para cambiar de tarea, explica Levitin, tiene costos metabólicos, hace que nuestro cerebro consuma sus nutrientes, la glucosa que necesitamos para mantenernos en una tarea.
Pensamos que somos como un experto malabarista cambiando de tarea en el aire con una pulcritud y eficiencia que prueba ahí mismo las mieles del progreso. Pero en realidad se ha demostrado que el multitasking nos hace menos eficientes: somos como el mono que cambia de rama todo el tiempo y cada una de las tareas que malabareamos produce fugas. El trabajo de Miller muestra que el multitasking produce mayor detrimento en la memoria y en la capacidad de concentrarse que fumar marihuana. Para los que piensan que sus smartphones no son drogas.
La neuroquímica del multitasking
Probablemente lo más grave del multitasking es que aumenta la producción de cortisol y adrenalina (la hormona de la respuesta de huir o pelear). A su vez, el multitasking crea un loop de retroalimentación de adicción a la dopamina que genera ver a nuestros amigos en la red o recibir likes o ese email que estabas esperando. Esto, dice Levitin, hace que nuestro cerebro reciba recompensas por perder la concentración y constantemente busque un nuevo estímulo de información. Las interfases de sitios como Instagram, Facebook o Twitter, entre otros, están diseñadas para suministrar dosis de novedad –«los proverbiales objetos brillantes con los que llamamos la atención de los niños», esto produce cientos de minisecuestros en nuestro cerebro, por llamarlo de alguna forma, que se ve enganchado por estos objetos brillantes hechos de pura información que nos asaltan cotidianamente con sus ráfagas de opioides endógenos. Se siente muy bien, es como un dulce para el cerebro que consumimos todo el tiempo, nos vuelve adictos y hace que luego no podamos controlar nuestra atención, que no nos podamos quedar en el mismo lugar, puesto que como un niño o un perro, estamos buscando la bola brillante que atraviese nuestro campo de visión para perseguir su anzuelo.
Glenn Wilson del Gresham College de Londres llama a esto «infomanía», la adicción al asalto sensorial de la información, el embargo y la posesión de la data y las interfases. Wilson halló que cuando una persona se está concentrando en una tarea pero sabe que tiene emails sin leer en su bandeja de entrada, esto puede reducir 10% su IQ. Russ Poldrack de Stanford, citado también por Levitin, dice que cuando una persona estudia para un examen mientras ve televisión, esto hace que la información que aprende se vaya al striatum, una región cerebral especializada en aprender nuevas habilidades. Sin la distracción, la información se almacena en el hipocampo, donde suelen ir los datos y las ideas y son organizadas y categorizadas para que la memoria pueda hacer uso de ellas con mayor facilidad.
Otro de los problemas que generan nuestros hábitos mulitarea ligados a nuestros gadgets es que requieren que tomemos constantemente decisiones. Pequeñas y molestas decisiones. ¿Respondo el email antes de escribir el reporte? ¿Me relajo un poco escuchando música en Soundcloud o escribo este artículo sin música? ¿Ignoró el mensaje de WhatsApp que me acaba de llegar o lo contesto de una vez? Esto puede parecer insignificante, pero no lo es. De hecho existe el síndrome de la «fatiga de decisión», que es lo que hace que Mark Zuckerberg o antes Steve Jobs se vistan todos los días con el mismo tipo de ropa para no tener que quemar neurocombustible eligiendo qué ponerse o qué desayunar. Decidir requiere que imaginemos trayectorias y desenlaces, que viajemos al futuro y que sopesemos posibles consecuencias, esto es desgastante. Resulta más apropiado guardar este combustible mental para decisiones más importantes y la mayor parte del tiempo simplemente fluir e ir con la marea que se ha dispuesto previamente.
Contestar emails, la principal tarea de nuestras grandes mentes
Consideremos el problema del email. Antes se tenían diferentes formatos para recibir mensajes, pero hoy en día, como apunta Levitin, «los emails son usados para todos los mensajes de la vida. Compulsivamente checamos nuestro email, porque no sabemos si el siguiente mensaje será de ocio o de negocio, algo que tenemos que hacer ahora o pagar, algo que podemos hacer después, algo que cambiará nuestra vida o algo irrelevante». Esto hace que muchos de nuestros líderes, de las grandes mentes que llevan el timón de nuestra civilización dediquen el grueso de su tiempo a contestar emails. ¿Qué dice esto de nuestra civilización? ¿Pueden lograr la necesaria desconexión del «mundanal ruido» los grandes artistas de nuestra época o también se sienten obligados a responder a ese fardo invisible pero no menos pasado que los aguarda siempre?
Ese siempre potencial email o esa respuesta inminente a tu post, de alguna manera extraña y ridícula si se quiere, son el equivalente de un predador incesante que se mueve con nosotros y mantiene a nuestro sistema inmune en estado de alerta. El ser humano no tolera muy fácilmente la ambigüedad, pero si tienes 20 ventanas abiertas, la sola cantidad supone la posibilidad de más estímulos y más amenazas, de más viajes mentales y más divisiones. Este es el gran problema de que la tecnología y nuestros hábitos de uso generen estrés, mucho estrés. El estrés devora nuestro cerebro y nuestro sistema inmune colocándolo en un estado defensivo permanente: somos como el equipo chico que tiene que defenderse para sobrevivir, no como un Barcelona FC de la mente que sólo tiene que dedicarse a crear, siempre en la zona de ataque, liberado de las pequeñas cargas y distracciones. Claro que la estructura jerárquica embebida en las sociedades animales hace que no todos puedan vivir en el superávit creativo-laboral, libres de los trajines y las distracciones cotidianas. El estrés es parte inevitable de la realidad; pero saber esto ya es una forma de combatirlo, ya asoma una estrategia.
Digifrenia, estar siempre en múltiples presentes
Douglas Rushkoff ya lo había diagnosticado en su libro Present Shock. Inmersos en el presente perpetuo de la información que nos invade, nuestro ser se fragmenta para estar en todos los presentes que la información presenta. Rushkoff llama a esto digifrenia, esa psicopatología de la era digital, lo digital corriendo frenéticamente por nuestra mente. «La tecnología nos permite estar en más de un lugar –y en más de un ser– al mismo tiempo». Pero vivir simultáneamente múltiples presentes es extenuante: los pilotos de drones, por ejemplo, acaban más cansados que los pilotos normales, al intentar vivir en dos mundos al mismo tiempo. Mantenemos abiertos múltiples flujos de comunicación y parte de nosotros, en un perpetuo micro jet lag, se queda en cada uno de estos timelines, tenemos un oído abierto siempre a lo que está pasando en otro lugar. Nuestros avatares consumen también energía vital.
Se cree que esto es solamente un efecto secundario de la fabulosa era de la información en la que liberamos nuestra mente porque por primera vez podemos elegir la información que consumimos, la cual se ha abierto como una bóveda cósmica donde nadan perlas de sabiduría que pueden transformar nuestra existencia. Nos identificamos con el contenido y pensamos que ya que visitamos buen contenido, curamos nuestro feed y vemos cosas estimulantes nos salvamos del medio y del formato, del programa que nos programa no con su contenido sino en un sentido formal y físico, electromagnético, a nivel neural, con los patrones inmanentes de los medios y los aparatos que usamos. El contenido está de moda y en su apantallamiento no nos deja ver la pantalla misma en la que se monta y lo que la pantalla –y en especial ese tipo de pantalla— produce. No nos deja ver que vemos a través de pantallas la realidad, por citar sólo un ejemplo, quizás no el más significativo.
La conclusión de Levitin es sencilla e inquietante: por más que lo suavicemos, checar a cada rato nuestros correos electrónicos, Facebook, Twitter, etc., constituye una adicción neural. Somos adictos. Cientos de millones de nosotros. Las consecuencias de esta adicción son insondables por el momento. Quizás vivir en este frenesí de snacks de atención sea solamente parte de nuestra circunstancia, un efecto menor de la explosión tecnológica que también traerá grandes luces para nuestros intelectos, algo que no determinará de manera importante nuestra capacidad de autodeliberación evolutiva, pero quizás sí estemos perdiendo la parte más importante de nuestra cognición. No hay forma de saberlo bien a bien, ya que la tecnología de la información se adopta a mucha mayor velocidad que nuestra capacidad de medir y reflexionar sobre sus efectos.
El psicólogo William James escribió: «El arma más grande que tenemos contra el estrés es nuestra habilidad de elegir un pensamiento sobre otro». Y en otra parte: «La facultad de controlar, una y otra vez, una atención vagabunda, es la raíz del juicio, el carácter y la voluntad. Nadie es el capitán de sí mismo sin esto. Una educación que mejorara esta facultad sería la educación por excelencia». No es poca cosa lo que dice aquí William James, reconocido como uno de los grandes pensadores en la historia de Estados Unidos. Aquello que disminuye nuestra capacidad de poner atención y controlar nuestros pensamientos atenta directamente contra nuestra individualidad; es como un virus que nos invade… la distracción, la fragmentación del ser. Creemos que la tecnología nos ayuda a hackear el mundo –y hay algo de esto– pero no es una relación unilateral: la tecnología, creada con el fin de capturar la divisa de nuestra atención, también nos hackea a nosotros.
Vuelvo a poner aqui los enlaces.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Francisco_Ferrer_Guardia
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Por favor, poner los gifs con moderacion que cuando se carga de ellos a mi me va muy mal con el tablet
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Me ha gustado el artículo es un tema del que se habla muy de pasada y con el que me encuentro muy identificado. Soy Ingeniero informático y pasó más tiempo respondiendo que diseñando o creando…. Saludos
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Es una paradoja escribir un análisis de este tipo, usando el lenguaje HTML pensado para realizar hipervínculos; una distracción. Hay que tener en cuenta que en su día HTML no fue concebido para lo que se usa actualmente. Obviamente, habrá quien diga que la culpa no la tiene la tecnología, quien escribe un post en su blog y lo llena de enlaces, en verdad, esta ayudando a que no se le preste suficiente atención. Hay algún estudio al respecto? se sabe si la gente se centra más con artículos que no contienen hipervínculos o como actúan con los que tiene 20 enlaces.
A todos nos ha pasado, que estamos leyendo algo (procuro que sean siempre lecturas largas), y a medida que vamos leyendo vamos abriendo los enlaces que se presentan en nuevas pestañas, con lo cual ya nos estamos distrayendo, incluso a veces, ante la curiosidad, nos vemos en la obliga a hacer una pausa en la lectura original para leer alguno de eses enlaces y volver al artículo principal.
No sería algo bueno, usar el método clásico de poner los hipervínculos al final del articulo, no solo las fuentes?
saludos
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Alberto, tienes razón, los hipervínculos acaban distrayendo del objetivo de leer el texto, tal vez sea mejor ponerlos como citas al final de la página.
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Bueno, la mayoría de la información que circula por internet es paja, y contenidos que no ofrecen algo de valor relevante, pero usados para confeccionar un negocio en internet.
No debemos olvidar que internet es un negocio y como tal intenta atraer clientes con toda clase de métodos para conquistar su atención. Pienso que de aquí proviene la desviación de la concentración.
Por un lado hay mayoría de información de consumo, que no contiene ningún valor de interés intrínseco, y por otro lado está el negocio de captar la atención de las personas.
En conclusión, mucha mierda elaborada con impactos que atraen la atención, con poco contendido para dedicarle tiempo y solo de carácter emocional, produce personas adictas a una droga constante de una emoción nueva, que deambulan picando de aquí de haya, para obtener su dosis de excitación emocional.
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Creo que, y te digo desde ya que no he tenido cojones de terminar tu artículo, que cuando hace 20 años leías cualquier artículo, libro, reseña, entrada o escrito en general, la oferta era reducida. Hoy en día hay tanta información que si pones un titular, lo que hacen la mayoría de los blogueros, y luego ponen un rollo que no tiene nada que ver y como hay que escribir más de 350m palabras por el rollo SEO, te meten un tostón que te mueres del aburrimiento.
Lo siento, pero es que los artículos largos sin un fondo contundente, son insoportables. Todos, los escriba quien lo escriba. Vivimos rápido, dame la información rápidamente, y si no te callas.
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http://elespejogotico.blogspot.com.es/2014/01/las-extensiones-interiores-del-espacio.html
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Perico, intenta obligarte. Te pierdes muchas cosas si solo lees articulos rapidos.
Te recomiendo la lectura pausada de un libro(aunque sea en pdf)
Como bien dice el articulo se pierde capacidad de concentracion y de realizar bien y al 100% una tarea ya que al estar pendiente de muchas cosas a la vez pierdes el foco de atención y te dispersas.
Saludos y bienvenidos a la taberna de los locos.
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Una cosa chitauri. Ni de coña se cansa mas un piloto de Drone que un piloto de aviones reales.
Hacer maniobras de altas G es algo agotador que puede incluso harte perder la conciencia, tienes que estar muy bien preparado para aguantar eso. En cambio un chaval de 15 años gano la competición de Drones de Carreras en Dubay.
Pilotar un drone es infinitamente menos agotador ue pilotar un avion real. Punto.
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Ackbar.
entonces todo empezo con la necromancia y el culto a las calaveras de los antepasados en Gobekli Tepe hace 12.000 años
Interesante
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Desde que descubri el poder que otorga la necromancia mi vida ha mejorado sustancialmente.
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Por cierto.
Mis condolencias para los familiares de las victimas del terremoto en Ecuador. Rezare por las almas de los difuntos.
Vuestro dolor es compartido.
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La vida es efimera.
Aprobechad el momento.
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http://www.eluniversal.com.mx/sites/default/files/styles/f03-651×400/public/2016/02/13/santa_muerte_05_26717067.jpg?itok=qE1tSP4e
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Pienso que nada empezó allí en Turquía, Guerrero.
Tampoco pienso que aquello girara en torno a la muerte. Los putos antropólogos conjeturan lo que les sale del pijo, básicamente.
Más fácil honrar el nacimiento y la maternidad, que no la muerte y los huesos.
Los primeros ritos fueron maternales, sencillamente porque lo primero es nacer. Y lo primero es la madre.
Los enormes falos de piedra allí instalados tuvieron que ser, por fuerza, idea de unos cuantos machos que controlaban a la sociedad de aquella manera.
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Ya tenemos a otro sinvergüenza que defrauda, se ha prestado a connivencia con las eléctricas y energéticas y que miente más que habla fuera del gobierno ahora lo que hay que hacer es boicot a la empresa que lo contrate por los favores prestados.
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Bienvenido, Dr. Ktaplasma.
Decir, que Vicente Fuentes casi se muere, lo dice en la descripción del siguiente vídeo, sigue internado en el hospital:
Aquí os la dejo:
«Estoy viviendo unos de los momentos más impresionantes y duros de toda mi vida y quiero agradeceros a todos vuestras palabras de ánimo en todas las redes sociales. Ni os imagináis lo que estoy viviendo y cómo valoro todo ahora en pleno horror. Sois increíbles, muchas gracias.
Hace poco he salido de la UVI tras haber estado allí intubado varios días. Me hicieron una punción lumbar tras haber pasado más de 10 crisis epilépticas seguidas. Yo hay parte de estas experiencias y crisis que no las siento pero la última crisis sí la sentí y madre mía, qué fuerte fue. Ahora sigo en el hospital viviendo una autentica película, estoy volviendo a caminar y tengo una mejora significativa porque aunque me duele mucho la cabeza y la espalda, al menos no me duele todo el día y lucho y sigo adelante como puedo.
Soy resistente y quiero volver a mi vida normal pero voy a tardar. Mientras tanto tengo vídeos para vosotros con la frecuencia de siempre, que creo que son muy buenos y me veréis con diferentes aspectos porque los he grabado en diferentes momentos del último año pero sigo siendo yo y el amor que tengo por lo que hago sigue siendo el mismo. Espero que los disfrutéis como este de Kennedy que me encantó investigar en su día y que creo que es muy novedoso y curioso.
Os adoro y cada día que pasa tengo más claro que si estáis ahí sois gente excepcional y que merece la pena y quiero daros las gracias uno por uno. Yo saldré de esta porque soy un fiera y cuando lo haga tendré más fuerza que nunca pero primero tengo que volver a caminar con soltura. Voy a tardar un poco pasito a pasito pero lo haré.
Un abrazo a todos de corazón».
Ojo a su último tweet:
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se fueron todos de viaje? yo ya volví
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Cada vez estamos menos acostumbrados a que nos confronten con un punto de vista diferente. Nuestras redes sociales tienden a ser muy afines y homogéneas en su composición ideológica y vemos cada vez menos opiniones opuestas a las nuestras. Así es como el “me gusta” nos está volviendo cerrados de mente.
Hace décadas te ibas a un bar, sociabilizabas a través de situaciones en las cuales te tenías que juntar con gente que tenía discursos diferentes a los tuyos.
Al elegir con quien te relacionas en las redes sociales de hoy en día, haces una criba, y si eres de derechas radical no tendras gente de izquierdas en tu facebook, y si eres de izquierdas radical no tendrás gente de derechas en tu facebook. Que es un poco lo que dice el artículo, vaya, que al poder elegir con quien te juntas, hay puntos de vista que no se ven (no así como cuando tu prima la paquita se traia a su amigo de villaroble del carajo, que te iba a soltar su discurso opuesto al tuyo en la barra del bar igualmente).
http://es.gizmodo.com/darles-like-a-los-que-opinan-como-nosotros-nos-esta-v-1771769234
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Chitauri. Cada vez soporto menos a la gente, da igual que sean trabajadores pobres y sucios de izquierdas o ricachones emperifollados de derechas.
joder me esta afectando el estar trabajando tanto ultimamente.
Estoy en una empresa de pintura y siempre antes del verano a muchisimo trabajo ya que todo se agolpa.
Pero a lo que iba.
No soporto a los trabajadores sucios con su peste a alcohol y sus conversaciones vanales que simpre deriban a futbol y mujeres(putas)
Y menos soporto aun a los ricachones con sus pantalones ajustados (parecen mayas de tan ajustados) y hablar con ellos es un suplicio aun peor que hacerlo con los muertos de hambre ya que estos al menos no te miran por encima del hombro como si fueras un insecto.
Cada vez aprecio mas la soledad ya que incluso me molesta la presencia de otros seres humanos.
Por no hablar de madrugar, jornadas de mas de 10 horas de trabajo, atascos para ir y volver, problemas para aparcar, multas por aparcar el coche gracias a la simpatiquisima policia(sarcasmo).
Joder me molesta muchisimo tener que interactuar en esta sociedad de mierda.
Si, ya se que el loco soy yo.
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Por no hablar de las mujeres y de lograr aproximarte a ser el ser que ellas esperan que sean.
por que no puedo ser yo mismo?
yo nunca espero ni exijo nada a una mujer, solo que me quiera, ya esta es facil.
Pero las mujeres en el fondo sois como putas esperando que el macho traiga la comida a casa.
lo siento, es la jodida experiencia vital que me toco vivir con la mujeres que pasaron por mi vida.
odio esta sociedad.
odio a la gente
odio a las mujeres.
odio trabajar de sol a sol.
¿que sentido tiene esta mierda?
Menos mal que ya solo me quedan 20 dias de suplicio, luego volvere a srr libre para poder ser un hermitaño y poder tener tiempo para imaginar y crear.
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Prefiero la compañia de los muertos.
Al menos estos no dan por culo.
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Me gustaria añadir que odio a los hipsters gafapastas, joder las modas van cada vez a peor…
En mis tiempos habia gente autentica, ahora lo que hay son niñatos con gustos prefrabricados y enlatados.
se ha perdido la autenticidad en pos de un amalgama de conformidad impuesta por unas multinacionales.
Joder yo que pensaba que el futuro molaria y voy y me lo encuentro todo lleno de hipsters barbudos con ropa retro comprada en el corte ingles a precio de oro.
¿ya esta?
¿esto es todo lo que tiene que ofrecer el futuro?
¿HIPSTERS BARBUDOS?
que mal…
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Odio a la gente…
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You are a Simulation & Physics Can Prove It
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Guerrero, jajaja te comprendo, pero yo no les odio, sé que es decepcionante el ser humano común.
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http://melodijovenus.blogspot.com.ar/2016/04/plenilunio-de-tauro-luna-llena-en.html
Feliz cumple al taurino!
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Anuncian haber usado terapia génica para rejuvenecer los glóbulos blancos de un ser humano:
Elizabeth Parrish, de 44 años, CEO de la biotecnológica Bioviva, acaba de anunciar que se ha sometido a una terapia génica que, asegura, ha rejuvenecido en 20 años la longitud de los telómeros de sus glóbulos blancos. La terapia se había llevado a cabo en Colombia para evitar las normas de la FDA de EEUU. La primera fase fueron inyecciones intramusculares con el gen de crecimiento muscular Follistatina. La segunda consistió en inyectar virus con material genético que favorecía la producción de telomerasa.
http://www.lne.es/blogs/marginalia/anuncian-el-primer-humano-rejuvenecido-con-terapia-genica.html
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Ukelele mi cumple es el 29, gracias de antemano.
Hoy es mi primer dia libre desde hace un mes
estoy tan jodidamente cansado que no se si lo podre disfrutar bien
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Busgosu, ukelele, Deluna y supongo que casi todos los de por aqui nos pasa lo mismo que a Gisela Pulido.
Gisela Pulido: «No puedo estar más de dos días en la civilización»
http://www.marca.com/otros-deportes/2016/04/09/5708e3a522601d5b1b8b45cf.html
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La otra noche vi este documental y me harte de llorar.
Al final me dieron unas ganas tremendas de matar humanos (Japoneses en concreto)
Aunque el resto de humanos no es que seamos mejores.
¿he dicho ya que odio a la humanidad?
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Mi dia libre…
Eso solo significa una cosa.
Que el resto de los dias soy un esclavo.
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Va, lo pongo mejor así.

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Es la hora del bocata en mi vida de esclavo.
Ya solo quedan15 dias para alcanzar la libertad
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http://www.lavanguardia.com/economia/20150516/54431670976/dinamarca-prepara-adios-dinero-efectivo.html
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«Como un hombre que ha dedicado toda su vida a la ciencia más preclara, el estudio de la materia, esto es todo lo que puedo decirles sobre los resultados de mi investigación sobre los átomos: ¡La materia no existe! Toda la materia se origina y existe tan sólo por virtud de una fuerza que hace vibrar a las partículas de un átomo y hace que este sistema solar en miniatura permanezca unido. Debemos asumir que detrás de esta fuerza se encuentra la existencia de una Mente consciente e inteligente. Esta Mente es la Matriz de toda la materia.»
Max Planck, 1944
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Mmmmmm
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